Un padre que no acierta a comunicarse con su hija se despide todos los días de ella lanzándole un avión de papel desde el balcón. A través de mensajes escritos en los aviones, el padre encomienda a su hija misiones literarias que deberá descifrar con la complicidad de una sagaz bibliotecaria, quien la llevará a descubrir el vínculo entre los libros y la vida. Muchos años después, la niña, ya convertida en escritora, regresará a la biblioteca para contarnos aquella experiencia iniciática que ha plasmado en su primer libro.
«El mundo está roto, pero se puede caminar» es, de entrada, el relato de una reconciliación con la vida y con su padre. Una niña de diez años, herida por la abrumadora ausencia de su madre, nos narra cómo, con veintitantos años y su primer -y hermoso- libro recién publicado, decide presentarlo al público en la biblioteca donde creció. Allí, en ese lugar cargado de recuerdos y momentos inspiradores de su infancia, la poética -y la acción- teatral se encargará de hacerlos presentes.
Una obra que pueden disfrutar los niños a partir de 8 años, pero que también cautivará al público adulto.
DIRECCIÓN: Fernando Bernués – AUTORÍA: Harkaitz Cano – Versión Valenciana: Juli Disla – INTÉRPRETES: Carla Pascual (Aitana, Hija-Escritora), Laura Romero (Ágata, Bibliotecaria), Manuel Maestro (Ismael, Padre) – Espacio escénico: Fernando Bernués – Vestuario: Pascual Peris – Iluminación: Ximo Olcina – Caracterización: Mercedes Luján – Dirección técnica: Trasto Produccions – Jefe técnico: Marcos Orbegozo – Diseño gráfico-cartel: Oier Zuñiga – Espacio sonoro: Josep Zapater – Ilustradora proyecciones: Isabel Herguera – Dossier didáctico: Ana Bernués – Origami (papiroflexia): Ara Pegenaute – Material de atrezo: Disparatario, Gat Cosmonauta – Producción: Patri Aranda – Producción: Toni Benavent / Joan Carles Dauder.
Una coproducción de: Albena Produccions (Comunidad Valenciana), Tantaka Teatroa (Euskadi), Contra Produccions (Galicia).