Asociación de San Mauro
La figura histórica de San Mauro se sitúa en la época del emperador romano Numeriano, 283-284 d.C. Hijo de una familia noble convertida al cristianismo fue martirizado, al igual que su padre Claudio y su hermano Jasón, por mostrar fidelidad a Jesús ante las autoridades del Imperio.
La devoción a San Mauro llega a tierras valencianas de la mano del Patriarca San Juan de Ribera, quien trasladó en 1599 los restos del mártir ala Capilladel Corpus Christi de Valencia. Se extendió desde aquel momento la fama del santo como intercesor en épocas de sequía.
Entre el 2 y el 3 de diciembre de 1620 Alcoy sufrió una serie de violentos terremotos que causaron graves daños en la villa. Los alcoyanos reunidos en Les Eres Noves, lugar donde se halla actualmente la iglesia de San Mauro y San Francisco, proclamaron al mártir romano como su patrón, haciendo voto de conmemorar cada año la festividad de San Mauro, el 3 de diciembre.
La Asociación de San Mauro Mártir hereda esta tradición como testimonio actual de la fe cristiana en la intercesión de los santos y prueba de gratitud del pueblo alcoyano con su patrón.